Esta área estratégica contribuye a la operatividad de la red en condiciones óptimas, maximizando su disponibilidad y prestaciones en un contexto de creciente demanda de tráficos.
Adif ha nombrado a Eugenio Nasarre director general de Conservación y Mantenimiento. Nasarre ocupaba hasta ahora el puesto de director técnico en la Dirección General de Conservación y Mantenimiento y sucede a Ángel Contreras, nuevo presidente de Adif y Adif Alta Velocidad (Adif AV).
Nasarre es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid y Máster en Dirección Pública por ESADE-Universitat Ramon Llull. Tras su participación en diversos proyectos vinculados al ferrocarril, ingresó en Adif en 2010, donde ha desempeñado los puestos de jefe de Supresión de Pasos a Nivel (2011-2013), jefe de Área de Coordinación de Obras (2013-2017) y subdirector de Infraestructura (2018).
Como director técnico del área de Conservación y Mantenimiento, Nasarre ha liderado procesos y tareas clave en la explotación y desarrollo de la red ferroviaria, en el ámbito convencional, ancho métrico y alta velocidad. Asimismo, esta dirección está involucrada en proyectos de gran envergadura, entre ellos, la renovación integral de la primera línea de alta velocidad (LAV Madrid-Sevilla) y el Canal de Acceso en Valencia. Sus equipos gestionan también ámbitos como la auscultación de sistemas e instalaciones y la conservación y mejora de los subsistemas ferroviarios (infraestructura y vía, instalaciones, telecomunicaciones, etc.), así como de pasos a nivel.
La Dirección General de Conservación y Mantenimiento es un área estratégica que contribuye a la operatividad de la red ferroviaria en condiciones óptimas, maximizando su disponibilidad y prestaciones en un contexto de creciente demanda de tráficos y viajeros.
Entre los retos más relevantes que afronta se encuentran la renovación de líneas convencionales, con especial protagonismo de los planes de Cercanías; el mantenimiento de la capacidad de respuesta ante incidencias; el refuerzo de un modelo de mantenimiento predictivo con el uso de tecnologías disruptivas; y la dotación de más resiliencia a las infraestructuras frente a los efectos del cambio climático