CAF ha cerrado un acuerdo para extender el contrato que durante los últimos años ha estado llevando a cabo para la empresa Translink, el operador público ferroviario de Irlanda del Norte, y que abarca el mantenimiento de su flota de trenes diésel Serie 3000. Este nuevo contrato ha entrado en vigor este mismo mes de abril, y asciende a un importe superior a los 60 millones de euros.
La prestación de este servicio se seguirá realizando a través de CAF Rail UK, filial del Grupo CAF que inició su actividad en el año 2004, y su duración será por un periodo de 15 años. Las labores de mantenimiento de estas unidades tendrán lugar en los talleres ubicados en la ciudad de Belfast, más concretamente en los talleres de York Road y Adelaide, propiedad del operador irlandés.
Las unidades que serán mantenidas bajo este contrato cubren toda la red ferroviaria de Irlanda del Norte cuyas principales líneas son las que parten de la ciudad de Belfast conectándola con otras ciudades como Derry/Londonderry, Portadown y Bangor entre otras.
Se trata de trenes equipados con el sistema de seguridad (CAWS) Continuous Automatic Warning System que se utiliza en la República de Irlanda. Este sistema permite que los trenes puedan ser utilizados para trayectos de apoyos transfronterizos especiales.
El número de pasajeros del operador irlandés ha aumentado constantemente desde la puesta en servicio de la Serie 3000 en 2004 en un promedio de 10% por año, llegando actualmente a la cifra de 16.000.000 de pasajeros anuales, lo que supone un aumento cercano al 115% en 15 años.
El Grupo CAF sigue apostando firmemente por potenciar el área del negocio de mantenimiento de trenes. Cabe recordar que en la actualidad dicha área gestiona más de 100 contratos de mantenimiento en 16 países, abarcando el mantenimiento de 7.500 vehículos ferroviarios, todo ello soportado por una plantilla superior a las 4.000 personas
EJECUCION DE LA CARTERA DE PEDIDOS DE CAF EN TIEMPOS DE COVID-19
Esta crisis sanitaria se ha presentado en un momento en el que la compañía goza de una cartera histórica superior a los 9.000 millones de euros a fin de marzo 2020; cifra que equivaldría a más de 3 años de trabajo asegurados a través de contratos en firme, y que no incluye las opciones de ampliación futuras, que una buena parte de los pedidos contemplan.
A pesar de la parada en la actividad fabril provocada por el Covid-19, todos los contratos en ejecución y en cartera continúan en vigor sin sufrir alteraciones. Por tanto, desde la apertura de las principales plantas de la Compañía el pasado 20 de abril, la empresa está centrada en la ejecución y recuperación del retraso de aquellos pedidos que se encontraban en fase de fabricación, en el momento del cese de actividad de sus talleres.
Hay que reseñar que esta parada no ha afectado a todos los ámbitos de actividad. CAF ha puesto en marcha la modalidad del trabajo en remoto para las funciones de oficina, lo que ha permitido dar continuidad a diversas actividades relacionadas con los proyectos, así como en otras actividades de la Compañía. Más de 1.500 personas han continuado con su actividad tanto en áreas de soporte, como de Ingeniería, Compras y Comercial.
Además de la sólida cartera con la que CAF cuenta en estos momentos, los niveles de liquidez son similares a los de fin de 2019, y por tanto suficientes para hacer frente a las necesidades financieras que un entorno como el actual exige. Gracias a esta liquidez, la Compañía ha podido además, evitar un ERTE en sus principales centros productivos y acordar con sus trabajadores el mantenimiento de sus salarios adecuando su calendario de trabajo, de esta forma el objetivo es recuperar las horas no trabajadas a lo largo de este mismo año y principios del siguiente.
Estas medidas se han tomado con el objetivo de recuperar los retrasos en ejecución derivados de la parada de actividad de fabricación y, de este modo, afectar lo menos posible a la ejecución prevista de la cartera de pedidos para el año.