El futuro del hidrógeno en sustitución de los combustibles fósiles

0

Cada año, el número de muertes relacionadas con la contaminación del aire es seis veces mayor que las muertes por malaria y cuatro veces mayor que las muertes causadas por el VIH / SIDA.

Las emisiones de CO2 de los vehículos de pasajeros varían enormemente según el modo de transporte que  se utilice. Los automóviles privados son uno de los contaminadores más pesados y representan alrededor del 60,7% de las emisiones totales de CO2 en Europa.

Según los datos de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el CO2 representa más del 80% de nuestras emisiones atmosféricas totales. El transporte, y en particular el transporte por carretera, es uno de los mayores contribuyentes.

Los estudios sugieren que el 83% de los viajeros usan su vehículo personal para viajes regulares, en comparación con solo el 5% que toma el autobús. Sin embargo, con un promedio de solo 1.5 pasajeros por automóvil en Europa, el autobús es una alternativa mucho más limpia. Libera mucho menos CO2 por pasajero y puede transportar el equivalente de 30 a 40 automóviles de personas. Para el mismo viaje, un autobús consume un 40% menos de energía y libera un 35% menos de CO2 que un automóvil. Esta es una gran diferencia cuando consideramos la gran cantidad de viajes realizados todos los días. Sin embargo a través de sus emisiones de gases de efecto invernadero, también están dañando el medio ambiente. Actualmente son uno de los factores más importantes que exacerban el cambio climático y el efecto invernadero.

El mercado de autobuses con fuentes de energía alternativas está cambiando rápidamente. Están surgiendo nuevas tecnologías en el mercado europeo, y aunque hace 4 o 5 años la idea de ver  autobuses de hidrógeno funcionando en las principales ciudades europeas todavía parecía poco probable, ahora es ampliamente aceptada. Varios países ya cuentan con un ecosistema de hidrógeno completamente estructurado y desarrollado como Japón, Alemania, Corea del Sur y Estados Unidos entre otros.

Un vehículo de hidrógeno cuenta con una autonomía entre los 300-800 kilómetros en una sola carga y un tiempo de repostaje de apenas unos minutos. Es una solución con cero emisiones, que no produce dióxido de carbono, no produce ninguna contaminación y solo libera agua pura y calor. Estas son las principales ventajas que sobresalen ante otras alternativas posicionándolo como el más eficaz. Está claro que la tecnología del hidrógeno está perfectamente posicionada para convertirse en una de las soluciones clave de energía alternativa del futuro, y más aún para nuestras necesidades de transporte. El hidrógeno verde puede ser una solución efectiva a los problemas que surgen cuando nos alejamos de los combustibles fósiles.

La barrera de la infraestructura y del coste inicial para poner en el mercado este tipo de vehículos hace que no sea fácil introducirlos tan rápidamente como es necesario. Sin embargo, las naciones están tomando medidas e implementando estrategias locales para cambiar rápidamente a modos de transporte respetuosos con el medio ambiente, en paralelo con las nuevas regulaciones europeas.

Aunque muchos operadores ya están empezando a renovar su flota con autobuses eléctricos o de energías alternativas muchos expertos consideran que el 2025 será el año en que el mercado realmente se ponga en auge. Todo esto gracias a la normativa de vehículos ´limpios´ (Directive 2009/33/EC) que exige que los organismos públicos tengan en cuenta los impactos energéticos y medioambientales de por vida al comprar vehículos de transporte por carretera. Estas disposiciones se han establecido para abordar particularmente los problemas persistentes de la contaminación del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte por carretera, pero también para estimular el mercado de vehículos limpios y apoyar la competitividad.

Objetivos mínimos para comprar vehículos limpios

Tras la revisión de la directiva europea

En Europa la mayoría de los proyectos de autobuses de hidrógeno  están actualmente dirigidos por la asociación público-privada Fuel Cells and Hydrogen Joint Undertaking (FCHJU). El FCHJU es una asociación público-privada con sede en Bruselas que tiene como objetivo acelerar el mercado de la tecnología de hidrógeno y celdas de combustible. Más allá del desarrollo estratégico y de mercado general, el FCHJU puede otorgar subsidios a las diversas compañías que llevan adelante proyectos de hidrógeno. Entre los diversos programas en curso se encuentran los proyectos CHIC, JIVE, 3Emotion y JIVE 2.

Para 2050, el hidrógeno podría representar el 20% de nuestras necesidades energéticas (el equivalente a 220 TWh) y el sector podría generar más de 40 mil millones de euros por año. Sin embargo, para hacer esto realidad, se requerirán grandes inversiones.