A lo largo de este mes nos hemos preocupado además de nuestra salud de que va a pasar con la situación económica a posteriori, ambos temas tienen una gran incertidumbre. Nosotros no opinamos del tema sanitario porque no somos profesionales y carecemos de criterio; pero en el tema de la economía si hemos analizado muchos de los estudios e informes que tanto las grandes consultoras estratégicas como Deloite Boston Consulting y otras han hecho.

La mayoría coinciden en las fechas aproximadas por sectores del arranque hacia la recuperación y lo hacen considerando varios grupos: Alimentación, Retail, Restauración y Ocio, Viajes y Hoteles. Sin embargo, no explican cómo y por eso nosotros queremos aportar en este artículo el cómo se puede colaborar a la recuperación económica desde nuestro punto de vista tanto en el sector ferroviario como en el de infraestructuras en general.

Todos los países de la Unión Europea vienen de pasar unos años de restricción económica para la inversión pública en infraestructuras. Muchos países no han gastado los Fondos Europeos disponibles por falta de profesionalidad en su sector público, muchos políticos que tenían el poder de hacerlo se escudaban en que no se podía aumentar la deuda frente a las limitaciones de Europa. Otros sin embargo si han apostado por hacer inversiones en infraestructuras y como resultado han conseguido menores tasas de desempleo además del efecto multiplicador sobre la economía de su propio país.

En este momento Europa no tiene más remedio que resucitar a Keynes y practicar su política de inversión pública en infraestructuras buscando el efecto multiplicador que esta crea sobre las empresas y el empleo, etc. Esta situación que se ha creado por la crisis sanitaria en todo el mundo, hace que se reconsideren las reglas de funcionamiento de toda Europa a nivel macroeconómico. Por tanto no cabe pensar con las reglas anteriores ni mucho menos con los planteamientos burocráticos con los que se mueven los del aparato de poder creado en una época de bondad económica. Esto es un sálvese quien pueda y como pueda por tanto tiene que haber dinero europeo suficiente y finalista para hacer inversión pública.

Es la ocasión para volver a unir a Europa de verdad como se pretendió en el tratado de Roma después de la segunda guerra mundial o que la Unión Europea se debilite tanto que desaparezca como se tenía previsto. En este momento lo más importante es buscar los objetivos claros y no entelequias teóricas macroeconómicas. Hay que buscar el pleno empleo y evitar que la economía de las pequeñas y medianas empresas se deteriore tanto que en años no se puedan recuperar.

De nada vale buscar objetivos macroeconómicos de deuda con la Unión Europea, se deben asumir las deudas que sean necesarias. Recuerdo cuando daba clase de teoría e Instituciones económicas – como profesor titular – un capítulo específico del premio nobel de economía Paul y Ronald Wonnacott que explicaba porque un país, en este caso la UE, se puede endeudar en lo que necesite y este es el caso. Es por lo que opino y recomiendo a todo el sector ferroviario que se preparen todas las infraestructuras aplazadas tanto en vehículos e instalaciones fijas con sus respectivos proyectos básicos y se realicen concursos de adjudicación como si fueran obras de emergencias utilizando el dinero extraordinario y finalista que la UE destine.

Dr. Juan Broseta
Ingeniero